martes, 14 de abril de 2020

la historia de vampiresa, personaje de rol

Un día el gobernante de las llanuras de cristal se puso enfermo. Una enfermedad que primero le atacó en sus sueños. El gobernante despertaba cada noche entre gritos y temblando, algo extraño para un hombre acostumbrado a los horrores de guerra. Sus magos y sacerdotes le ofrecieron todo tipo de remedios, pero este los ignoró. 


No quería que su pequeña corte le viera débil, pero fué un terrible error, pues sus pesadillas pronto comenzaron a atormentarle incluso cuando estaba despierto; Alucinaciones terroríficas se le aparecían en cualquier momento y en cualquier lugar. 
Muchas veces huía de las personas que le rodeaban, pues las confundía con horrendos monstruos o rompía los objetos ya que los veía como grotescas bocas llenas de puntiagudos dientes. 


Vinieron magos y sacerdotes de reinos lejanos para curar su enfermedad… pero ninguno lo consiguió. Hasta que un día vino una mujer desconocida, afirmando ser curandera. Aunque pocos fueron testigos de su belleza, los que tuvieron la oportunidad de hacerlo pudieron notar un toque siniestro en ella. 
Su familia protestó, pues no se fiaban de aquella extraña mujer, pero los consejeros estaban desesperados y aceptaron el tratamiento. Esa noche el rey estuvo sólo con la curandera, y para sorpresa de todos, no gritó... No se escuchó ningún sonido proveniente de esa habitación.
 A la mañana siguiente, el rey parecía ya no estar enfermo, además de que la curandera ya se había marchado, sin pedir recompensa alguna. 
Todo quedó con un aura de silencio, ya que el rey no se atrevía decir nada al respecto de su repentina curación. 


Pasaron los meses y la curandera volvió. Pero, en su brazos cargó a un pequeño bebé que le entregó al rey. Él sorprendentemente aceptó a la niña y la proclamó su hija, dictaminando que debía ser tratada como tal.


 La infancia que tuvo fue dura, pues aún con el favor de su padre seguía siendo una bastarda. Su hermanos la maltrataban con el favor de su madrastra, e incluso sus sirvientes lo hacían cuando su padre no miraba. 
No tenía amigos, sólo un padre ausente y un cuerpo que se iba llenando poco a poco de cicatrices.
Un día, mientras se escapaba de sus hermanos, se encontró a quien sería su única amiga. Una pequeña y bella hada que le hablaba con un tono amistoso y le guiaba fuera de las garras de sus hermanos. Esa criatura fue su única amiga, una que le daba consejos y le guiaba por lugares secretos del castillo que no conocían sus hermanos, ni nadie que estuviera vivo. 
Pero también le hacía bromas un tanto macabras, ya que poseía a sus juguetes, haciendo que sus ojos se iluminaran de un color rojo carmesí o la guiaba por el bosque hacia territorios de manadas de lobos. Una vez hasta le pidió que matara a su hermana pequeña, y sin darse cuenta, la chica ya tenía el cuchillo en la mano. Ella se negó... Era la única que no la odiaba, la única que no estaba contaminada por la palabras de su familia. 
En ese momento escucho la voz de la hada en su cabeza "en algún momento tendrás que hacerlo", acompañadas de una sádica y perturbadora risa. 


Un día su padre regresó finalmente de la guerra.... Pero esta vez, lo haría en un ataúd de cristal lleno de rosas del color de la sangre. Entonces, con un gran terror y tristeza supo que no le quedaba mucho tiempo de vida. 
Se encaminó hacia las murallas para poder saltar desde lo más alto, después de todo, eso era una muerte menos dolorosa que la que le ofrecerían sus hermanos, y se negaba a ser cazada como un animal. Pero el hada le convenció de que había una manera, otra que incluso le ayudaría a vengarse de sus hermanos. 
Bajo sus instrucciones preparó un veneno que repartió en el catering del funeral de su padre. Ella comió también, hasta se podría decir que no le importó.... De todas formas, sin su padre no tenía fuerzas para vivir. Años de maltrato habían dejado su cuerpo maltrecho y atrofiado... Solo tenía la belleza de su rostro, pero debajo de su vestido sólo habían cicatrices y heridas a las que les quedaba aún mucho por sanarse. Nadie la aceptaría, ni siquiera de puta. Después del banquete y de aguantar las humillaciones de sus hermanos... El veneno empezó a hacer efecto. 


Todos comenzaron a sangrar por los ojos y a vomitar sus tripas derretidas. 
En ese momento, se esforzó en mantenerse conciente. Ya no quería morir. Ahora se había dado cuenta que sólo tenía un miedo mayor que al dolor... Tenía miedo a la muerte. Vió a su amiga hada encima de un cuchillo, mirando juguetona a su hermana que observaba horrorizada todo lo que estaba pasando. Ella no parecía ser afectada por el veneno… Quizás no había comido. 
La hada, al ver la oportunidad, comenzó a hablar con su típica voz juguetona:


—Si quieres vivir, matala.


Arrastrándose llegó al cuchillo, donde se posaba delicadamente el hada, la cual se retiró al instante.


—Hermana... Por favor... Ayúdame. 


Dijo con las pocas que le quedaban y ella se acercó confundida y asustada dijo:


—¿Qué hago? hermana... ¿Qué te pasa?


— Acércate y te lo diré.


Ella lo hizo y cuando estuvo alcance, clavó su cuchillo en su pecho y cayó al suelo, muerta y con mirada de sorprendida. Mientas en su boca se mostraba una siniestra sonrisa. 
Ahora se daba cuenta de cómo la envidiaba.... Ella tendría una vida normal, mientras que la suya se la habían arrebatado. 


El hada se acercó al cuello de su hermana muerta y dijo con voz seria y gélida.—Ahora bebe de ella...


Mientras hacía un corte en el cuello del cadáver, y como si fuera lo más natural del mundo, la jóven bebió la sangre de su hermana muerta, mientras que en su cabeza sonaba la voz del hada. 
"la sangre es la llave, la sangre es puerta, la sangre es vida, ella liberará tu verdadero potencial. Y recuerda que siempre te querré".  


Cuando despertó sintió que estaba en un cuerpo nuevo. Más fuerte, más ágil... Mejor.
 Los aldeanos hablaron que ella era única superviviente del funeral y por lo tanto, la heredera del pequeño feudo.
 Con el tiempo su cuerpo cambió aún más. Su cicatrices desaparecieron, dando lugar a un cuerpo perfecto. 
Se dió cuenta de que podía usar magia y que podía influir sobre las mentes de los demás con su uso... Como si fuera natural. Pero con todas esas ventajas llegaron unos grandes inconvenientes. La tierra se pudría a su alrededor, el sol quemaba su piel y ahora sentía sed de sangre qué sé hacía cada vez más insoportable cada día que vivía. Pero lo peor era su reflejo, él cual volvía a ver esa niña llena de cicatrices que le mira recordando que su actual cuerpo es falso y jamás podrá olvidar su pasado. 

Ahora viaja a la ciudad cercana para buscar nuevas tierras y encontrar una solución a sus nuevos defectos.